Pareciera ser, estimado Kratos, que todo aquello que tenemos por Pasión, no son más que instintos. Puede el cerebro ante un estímulo, provocar que ciertas vesículas diminutas del organismo, viertan a la corriente sanguínea sus excretas funcionales, que inmediatamente de lo cual, provoca efectos dramáticos, por lo general para preservarse a si mismo y/o a la propia especie.
Tal es así que, un beso o, más aún, una caricia, la oralidad sexual y cosas de ese tipo, no son apasionadas manifestaciones del corazón, sino simplemente formas primigenias de saber si la pareja en cuestión está o no en condiciones de ser una buena reproductora.
domingo, 13 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario